Valencia, jueves 11 de noviembre de 2022

El portavoz de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Valencia, Fernando Giner, se ha comprometido a meter en el mercado libre 12.000 nuevas viviendas en los próximos cuatro años, de las cuales un porcentaje serán de protección pública. “Es muy fácil: si subimos la oferta bajamos los precios. El problema de la vivienda en Valencia es más que palpable, pero este gobierno no está siendo capaz de darle el impulso que necesita. Nuestra propuesta es clara: vamos a crear las condiciones necesarias para que las empresas puedan empezar a construir con todas las garantías y la agilidad que ahora mismo requerimos”.

En este sentido, ha detallado que la propuesta se compone esencialmente de dos puntos: por un lado, dinamizar “de una vez por todas” la concesión de licencias para la construcción de nuevas viviendas en el mercado libre. Y, segundo, cambiar la normativa urbanística para permitir que los bajos comerciales en desuso puedan servir como viviendas, algo que ahora mismo está muy limitado.  

“Desde este grupo hemos denunciado en diversas ocasiones la incapacidad de este gobierno para construir vivienda social y asequible, y eso lo seguimos manteniendo. Por eso, si el Ayuntamiento no es capaz de hacerlo por sí mismo, al menos vamos a facilitar a los promotores hacer viviendas de protección pública en las nuevas promociones”, ha considerado. “Sin embargo, no podemos darle la espalda a la espalda a la vivienda libre, porque es lo que nos permitirá destensar el mercado, aumentar la oferta y bajar precios”, ha indicado.  

De este modo, Giner ha detallado que el precio de compra se ha disparado un 6,9% desde principios de año hasta ahora, y el del alquiler un 18%. “Ambos muy muy por encima de la media española”. Así, ha explicado que su plan a cuatro años para la vivienda del mercado libre se compone de dos vertientes: por un lado, incorporar a la Ordenanza de Obras las propuestas que han realizado los promotores y los profesionales del sector de la construcción para agilizar la construcción. “Solo con esto, ya podríamos sacar al mercado libre 1.000 nuevas viviendas cada año. En total, 4.000 en cuatro años”, ha indicado.

Entre estas propuestas se encuentra la creación de una ventanilla única para las consultas y el asesoramiento ágil en materia de concesión de licencias, así como la publicación en la página web municipal de las consultas técnicas más frecuentes, lo que ayudaría a reducir los plazos de concesión al eliminar las potenciales exigencias de subsanación por errores técnicos. Y, del mismo modo, extender la figura de la declaración responsable a nuevos supuestos.

Por otra parte, también proponen recurrir con mayor frecuencia a las entidades colaboradoras de la administración y a los colegios profesionales, para destacar las tramitaciones relacionadas con licencias a las que ahora mismo no es capaz de llegar el Ayuntamiento con sus propios medios. Y, del mismo modo, la formación liberal también pide la mejora y digitalización de los procedimientos internos para mejorar la tramitación y acortar plazos.

“La salida al mercado de estas 4.000 viviendas en cuatro años no solo ayudaría a destensar el mercado de la vivienda libre, sino que también tendría otros beneficios secundarios a los que este Ayuntamiento parece no estar prestando ninguna atención. Por ejemplo, los colegios profesionales estiman que la construcción de cada nueva vivienda requiere la creación de 3 puestos de trabajo directos, lo que quiere decir que, como mínimo, tendríamos 3.000 nuevos empleos al año. 12.000 en cuatro años”, ha aseverado.

“Y, por el otro lado, no podemos olvidar los impuestos que van ligados a la construcción de nueva vivienda. El ICIO, el IBI de estos inmuebles… Una buena caja para el Ayuntamiento que, con suerte y buena gestión, podremos dedicar a asuntos como, por ejemplo, la construcción de vivienda pública”, ha indicado.

Bajos comerciales

En este mismo sentido, Giner también ha recordado la segunda propuesta de la formación liberal en cuando a la vivienda del mercado libre, que es cambiar la normativa urbanística para permitir que los bajos comerciales en desuso se puedan convertir en viviendas. “Nuestras normas de hace más de treinta años no lo permiten, pero la situación actual es muy diferente, y tenemos que adaptarnos a los tiempos que corren”.

“Actualmente se calcula que en Valencia tenemos 8 millones de metros cuadrados de suelo comercial. Tirando por lo mínimo, hay un 10% que están cerrados. Ya tenemos 800.000 metros cuadrados para establecer viviendas. A 100 metros cuadrados cada una de ellas, salen 8.000”, ha señalado. “Nada más y nada menos que 8.000 viviendas que saldrían inmediatamente al mercado. Sin tener que construir nada nuevo y sin necesidad de acometer obras de gran calado. ¿A qué estamos esperando?”, ha concluido.