Valencia, 28 de septiembre de 2022

El periodista económico Julián Larraz ha apuntado en Radio Intereconomía que el suministro de gas en el territorio español está prácticamente garantizado pero falta por ver el precio que alcanza esta energía que depende en gran medida de los movimientos del líder ruso.

“Estamos en una fase de la guerra en la que todavía no ha venido el invierno duro y la necesidad extrema del uso de gas. Es preocupante ver la situación en Rusia que ha cambiado porque Putin ya no tiene el control absoluto de la población y eso podría provocar una mayor radicalización de sus medidas”, ha declarado Larraz.

Sobre el papel de quede adoptar nuestro país en esta encrucijada geopolítica, el periodista económico lo deja claro: “Las decisiones de España tienen que ir encaminadas a utilizar nuestra posición geoestratégica para obtener la energía más barata y atraer a las empresas. La burocracia es crucial para desarrollar las energías renovables, los trámites se deben aligerar”.

En clave de automoción y sobre los últimos movimientos del fabricante alemán, el experto en la materia ha explicado: “Volkswagen ha planteado cambiar de sitio las plantas que tiene más próximas al territorio ruso. Esto podría beneficiar a España o incluso podrían irse a Marruecos o a Turquía y esto cambiaría el panorama de fabricación de automóviles”.

Siguiendo con el debate energético pero centrado en el caso concreto del sector cerámico, Julián Larraz ha comentado: “Tienen una presión sobre los precios enorme. Las principales azulejeras están en la feria de Bolonia y hay un gran furor por la cerámica. Todo lo relacionado con la construcción está muy acelerado. No obstante, el aumento de precio de compra de estos productos no alcanza la subida del precio de la energía”.

Por último, en cuanto a las decisiones que se toman para gestionar los recursos, el periodista económico ha reflexionado: “Hay que cambiar el debate de que los recursos naturales son finitos y empezar a pensar cómo generar más recursos. La política de trasvases consigue redistribuir un bien escaso como es el agua y en esa acción se pierde, el objetivo debería ser incrementar la capacidad de tener agua a nuestra disposición. Hay que apostar por la desalación, aunque tenga costes energéticos”.

“Hay que aumentar la capacidad de producir energía o agua, no pensar en redistribuir los pocos recursos que tenemos. En este cambio de paradigma, la energía podría llegar a ser casi infinita. Hay que incrementar los recursos disponibles con la tecnología y convertirnos es una especia de Arabia Saudí de las energías renovables, pero nos están frenando”, ha reiterado el experto.