No está siendo fácil la recuperación turística y la guerra de Ucrania, la inflación, la crisis energética y los problemas en Reino Unido están afectando a la recuperación de los mercados a los niveles prepandemia, sobre todo en la temporada más baja que se desarrolla durante los meses de diciembre y enero.
Ni siquiera el macropuente de la Constitución y la Inmaculada ha servido para amortiguar estos datos, y la ocupación hotelera se ha diluido durante la quincena, apenas superando el 61% en el destino que mejor valor arroja que es Valencia.
Benidorm se deja más de 6 puntos de ocupación sobre el dato de 2019, debido a dos factores: los británicos no recuperan el brío habitual y el mercado español está pinchando también en estas semanas más complicadas de la temporada baja.
Todas las previsiones del sector se están cumpliendo sobre las dificultades que se esperaban para el invierno, a la espera de confirmar las últimas previsiones de ocupación hotelera para Navidad y Nochevieja, esperando que la última hora funcione como en años anteriores.
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