El gran evento congrega en su inauguración a 5.000 personas en el colegio El Pilar de Valencia

Valencia, 30 diciembre 2022. El pasado día 27 de diciembre a las 19 horas tuvo lugar la inauguración de la 43ª olimpiada marianista en el Patio del colegio de Nuestra señora del Pilar, en Valencia. En el centro se desarrollan competiciones de futbol sala, baloncesto, balonmano, voleibol, atletismo y ajedrez. Por ello, más de 4.000 personas asistieron a la gran cita señalada en el calendario, y tanto participantes como familiares pudieron disfrutar de espectáculos tales como la luz, el fuego y el sonido, donde las emociones fueron el plato principal.

El pistoletazo de salida del acto fue un vídeo que mostraba los valores del deporte y la importancia de vencer el miedo en la vida. A continuación, un espectáculo de música, luz y fuegos artificiales dieron paso a la aparición por diferentes lugares del colegio El Pilar de las banderas de los 16 colegios que participaron en esta cuadragésimo tercera olimpiada marianista. La introducción acabó con unas espectaculares líneas de fuego que cruzaron e iluminaron el cielo para encender encima del escenario el logo de las olimpiadas marianistas.

A continuación se dio paso a la parte institucional que fue presentada y conducida por Manuel Argüelles, colaborador habitual del programa nacional de energía I+ Verde en Radio Intereconomía y articulista del medio de comunicación digital Interdiario. 

Argüelles dio la bienvenida a los participantes con una emotiva presentación. Como antiguo alumno del colegio participó en varias olimpiadas como jugador. También lo hizo como entrenador y como voluntario, por lo que su extraordinaria experiencia le permitió explicar los sentimientos y emociones que iban a vivir los participantes en esta nueva edición. Dio un gran peso a la importancia de entender que a veces se gana y otras se aprende, y de que está en manos de los participantes conseguir que todos disfruten al máximo de esa experiencia. 

Los más de 4.000 participantes vibraron con la magestuosa inauguración y participaron en todo momento con sus gritos y aplausos a medida que Manuel Argüelles nombraba los nombres de sus colegios. Fue un momento realmente emotivo. Tras agradecer a la Policía Local de Valencia, al Ayuntamiento de Alboraya y Ayuntamiento de Valencia mediante la Fundación Deportiva Municipal y a la Universidad Politécnica de Valencia y la UV, Argüelles dio paso a la presentación de las personas que iban a tomar la palabra.

Los directores de los Colegios de Nuestra Señora del Pilar de Valencia y Santa María de Alboraya: Alfredo Martínez y Manuel Falo hicieron una declaración conjunta de la importancia del deporte dejando claro el esfuerzo y cariño con el que habían llegado a esa locura que es organizar una olimpiada con mas de 4000 personas en un momento (el de la decisión) marcado por la incertidumbre del COVID. 

Tras este suceso, Argüelles dio paso a Miguel Ángel Dieste, religioso marianista director del comité de centros Marianistas. Después, se realizó la Oración del deportista por medio del religioso marianista y profesor de valencia Rafael Eguíluz, a quien Argüelles presentó con cariño y respeto por haber sido profesor suyo años atrás.

Tras esta oración tuvo lugar uno de los momentos más importantes e impactantes del acto, que fue la Entrada de la bandera olímpica y la antorcha que recorrió todo el patio entre los alumnos para acabar en balcón del Pabellón. En este momento dos deportistas hicieron el juramento olímpico mientras se izaba la bandera olímpica.

A continuación, Manuel Argüelles presentó a Manuel Díez, presidente del comité olímpico nacional, pero no quiso dejas pasar la posibilidad de manifestar su respeto y admiración por haber sido una persona muy incluyente en su vida. Tanto fue así que se emocionó en dicha introducción. Manuel Díez en un discurso emotivo proclamó la inauguración de la olimpiada momento en el cual la Antorcha encendió el pebetero y iniciando una salida de fuego que cruzó el cielo de punta a punta del patio arrancando un espectáculo pirotécnico que terminó con una gran ovación de todos los asistentes tras el grito de Argüelles de “¡Bienvenidos a Valencia!”.

Cabe señalar que el espectáculo fue posible debido al trabajo de Alejandro Camacho y de Alejandro Benet, que se convirtieron en los artífices de la gran celebración.