El portavoz del PSPV-PSOE de la ciudad de València y concejal de Hacienda, Borja Sanjuán, ha valorado que el acuerdo alcanzado entre el Gobierno de España y la Iglesia Católica por el que ésta acepta pagar el impuesto municipal para reformas, pero no el IBI es “un importante avance en el camino hacia la igualdad fiscal” y ha señalado que se trata de una cuestión de “normalidad democrática”.

Sanjuán ha hecho hincapié en que se trata de un acuerdo “muy positivo” porque ha afirmado que “apunta en la dirección que hemos defendido siempre los socialistas en el Ayuntamiento de València”. En este sentido, ha recordado que fue su compañero Ramón Vilar quien inició todos los trámites para poder cobrar a la iglesia el IBI por todos aquellos inmuebles lucrativos que suponían una competencia directa para las empresas.

A este respecto, ha considerado que “no es recíproco” que “por la misma actividad económica haya empresas que pagan impuestos por desarrollar su actividad mientras que otras quedan exentas”. En concreto, el cobro del IBI se aplicaría a fundaciones, patronatos y otras entidades vinculadas con la Iglesia católica y que ahora están exentas, donde las universidades y hospitales son los casos más evidentes, pero se trata de cualquier propiedad no relacionada con el culto y cuya actividad suponga una competencia directa con el mercado económico.

En materia de IBI, ha explicado que actualmente se encuentra a la espera de que el Tribunal Supremo dicte sentencia y sentar jurisprudencia en el litigio que mantiene el Ayuntamiento de Barcelona con una congregación a religiosa a la que le reclamó el pago del impuesto por un local que alquila a una empresa. En València también hay congregaciones religiosas que tiene alquilados bajos u otro tipo de propiedades para actividades comerciales. 

En cualquier caso, Sanjuán ha apuntado que mientras se resuelve la cuestión del IBI, el acuerdo alcanzado entre el Gobierno de España y la Iglesia Católica para que “como cualquier otra empresa o persona pague el ICIO muestra ya el camino de que lo que tiene que ser una normalidad democrática y una normalidad de igualdad fiscal”. “Ya hemos roto un techo, que es que la Iglesia Católica acepte que es como cualquier otra actividad a la hora de tener que abonar sus impuestos”, ha concluido.