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El PSOE ha situado Valencia como epicentro de la batalla electoral este sábado al escoger la capital del Túria para celebrar la Convención Municipal. Una modesta y superficial muestra de apoyo a Ximo Puig ya que, en realidad, se han eludido los principales problemas de la Comunidad Valenciana que suponen puntos de confrontación entre el líder del PSPV y el Ejecutivo. 

Cerca de trescientos candidatos socialistas a las elecciones se han congregado en La Ciudad de las Artes y las Ciencias con la presencia del expresidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, como platos fuertes. Entre ellos han asistido la candidata del PSOE a la Alcaldía de Madrid, Reyes Maroto; el candidato a la Alcaldía de Málaga, Daniel Pérez o el alcalde de Vigo, Abel Caballero, entre otros. Quien no se ha dejado ver es la ex portavoz del PSPV y candidata a la alcaldía de Alicante, Ana Barceló.

Pese a que el encuentro ha tenido lugar en Valencia, la realidad de la Comunidad Valenciana se ha visto relegada. Zapatero y Montero han eludido los principales problemas del territorio valenciano. Ni una mención a la reforma del sistema de financiación ni al recorte del trasvase Tajo-Segura.  

En su lugar, el expresidente del Gobierno, que ha recurrido al humor en distintaa ocasiones, ha dedicado más tiempo a hablar sobre Cataluña. Concretamente, ha reivindicado este sábado los indultos concedidos por el Gobierno a los líderes del proceso independentista en Cataluña. También ha aprovechado para lucir las políticas sociales del Ejecutivo como la diversidad familiar, la subida de las pensiones o la ley de Vivienda. 

Preguntado por si no ha echado en falta compromisos o menciones sobre estas cuestiones, el presidente de la Generalitat Ximo Puig ha defendido que es que se trata de «un proyecto para la mayoría» y rápidamente ha imitado a Zapatero cambiando de tema presumiendo de las últimas medidas aportadas por el Consell como el bono de la cesta de la compra de 90 euros a gastar en 4 meses. 

Más allá de las propuestas expuestas por los alcaldables, la jornada se ha convertido en buena medida en un mitin contra el PP en el que tanto Zapatero como Montero han dedicado gran parte de sus intervenciones a lanzar duras críticas hacia la oposición entre ellas por la polémica entorno a Doñana.