11 de abril de 2022 – Fernando De Rosa

En la Comunitat Valenciana llevamos 7 años de un gobierno voraz, que no ha dejado de meter la mano en los bolsillos de los ciudadanos para pagar la estructura administrativa más numerosa de nuestra historia democrática.

Los valencianos pagamos 468€ más en impuestos por habitante desde que Puig y Oltra están sentados en los sillones del Palau de la Generalitat. Nunca un gobierno que ha hecho tan poco para mejorar las condiciones de vida de los valencianos nos ha salido tan caro. No hay que olvidar que no se han construido hospitales, y en plena pandemia lo único que se les ocurrió fue colocar “hospitales voladores” en forma de tienda de campaña que fueron el hazmerreír en toda España.

No se ha construido ninguna infraestructura relevante y la llegada de la nueva factoría de Volkswagen a Sagunto ha sido posible porque en 2007, gobernando el Partido Popular, se creó Parc Sagunt y se cimentó uno de los mayores parques industriales de Europa.

Sobre todo, el gobierno “botánico” está paralizando nuestro desarrollo portuario, frenando la ampliación del puerto de Valencia, debido a las peleas entre el PSOE y Compromís que nos están saliendo tan caras a los valencianos, favoreciendo que otros puertos, como el de Barcelona, cobre ventaja sobre el de nuestra capital.

La Comunitat tiene una deuda de 53.820 millones de euros, y no todo se debe a la infrafinanciación, puesto que siempre encuentran dinero para pagar a más asesores o para subvencionar a entidades catalanistas que trabajan para favorecer los intereses de Cataluña. Mientras tanto, hay 737.000 valencianos que viven en situación de pobreza, el pago de la dependencia está atascada, no se agiliza el pago del ingreso mínimo vital y la inflación come nuestros ahorros.

Para más sufrimiento de los valencianos, en este ejercicio, nos hemos convertido en la comunidad autónoma con el IRPF más alto de España, fijándose una cuota de hasta el 54%, distribuyéndose un 24,50% de nuestro salario para la cuota estatal y un 29,50% para la cuota autonómica, a diferencia de Madrid que la cuota autonómica es solamente del 21%. Así pues, en Valencia pagaremos hasta un 54% de nuestro salario en el impuesto de la renta y en Madrid solamente un 45,50%.

Esto es lo que nos cuesta mantener en el gobierno a los cientos de cargos nombrados por el gobierno de la Generalitat con el único mérito que el del reparto de sillones entre los socialistas y las dos vertientes de comunistas, la de Podemos y la catalanista.

La última novedad en la subida desenfrenada de impuestos en la Comunitat es el borrador que maneja el Consell que prevé poner en marcha la tasa turística, que pagarán todos los que pasen una noche de hotel. Esta iniciativa ha obtenido el rechazo total de los hosteleros de nuestra tierra y que cuenta con la adhesión de las patronales autonómicas y nacionales. Una vez más los socialistas y comunistas que nos gobiernan, aprueban medidas sin contar con el sector afectado, dando un golpe mortal, en un momento muy delicado, a todos aquellos que viven del turismo, verdadera columna vertebral de nuestra economía.

El sector turístico no necesita más cargas impositivas, precisa ayudas para remontar el vuelo y así volver a ser competitivo, hay que invertir en promocionar la marca “Valencia” para atraer turistas y no alejarlos, encareciendo los destinos turísticos de nuestra Comunitat.

En los últimos días estamos viendo cómo los medios de comunicación británicos advierten a sus nacionales que venir a Benidorm costará 93 libras más a una familia. Un duro golpe para la imagen de nuestros destinos turísticos.

Urge un cambio en nuestra Comunitat, para poder despegar económicamente, no podemos seguir en el infierno fiscal en la que nos está sumiendo este gobierno botánico, porque no podemos seguir pagando más impuestos que en otro sitio de España recibiendo peores servicios, y encima poniendo palos al turismo.

Si no saben gestionar después de 7 años, que se vayan.