José Alberto Sanchis
Era un secreto a voces que la Presidencia de la Cámara del Congreso de Estados Unidos la iba a conseguir el candidato republicano Kevin McCarthy a pesar de las discusiones y diferencias que un grupo de congresistas del partido mantuvo en varias sesiones.
También es cierto, que los demócratas, que perdieron las elecciones en el Mid Term en noviembre, no esperaban otro resultado que fuera este.
Cuáles eran los comentarios más frecuentes y contundentes de la prensa americana, pues que esos 20 congresistas disidentes eran la ultraderecha, a pesar de que Trump confirmó su preferencia por McCarthy hace unos días y según ellos él es la referencia del extremismo político.
Los argumentos expuestos para no aceptar la candidatura tenían que ver, sobre todo, a que McCarthy había apoyado varias propuestas demócratas en las que el endeudamiento se está disparando y que las políticas de emigración deben ser más contundentes, tales como el eslogan, Quédate en México.
La Presidencia republicana en la Cámara de representantes va a resultar decisiva en las próximas elecciones presidenciales de 2024 y para frenar ciertas iniciativas demócratas, entre las que se encuentra aumentar el número de jueces de la Corte Suprema hasta 13, para influir en sus resoluciones y sobre todo intentar enmendar la relativa al aborto.
En cuanto al encubrimiento por el FBI del hijo de Biden, Hunter, este tema también va a permitir a los republicanos sacar a la luz indudables comportamientos fraudulentos que van a deteriorar el prestigio ya muy débil de su padre, el Presidente.
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