El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se enroca en su postura de no bajar los impuestos para hacer frente a una inflación que ya se sitúa en los 10,8 puntos. Mientras en Alemania, con el socialista Olaf Scholz, optan por la rebaja fiscal para reflotar la economía, en España insisten con la subida de impuestos para conseguir el mismo fin y no optan por la otra opción por su sesgo ideológico.
Los socios de gobierno (Podemos, ERC y Bildu) ven impensable una rebaja del tipo impositivo por motivos principios políticos en cuento está probado que bajar los impuestos resulta beneficioso para los ciudadanos y se conseguirían paliar los efectos de la pandemia y las consecuencias de la guerra.
Asimismo, Pedro Sánchez se niega a adoptar una de las medidas que son uno de los caballos de batalla de Núñez Feijóo y que se lleva a cabo por los presidentes autonómicos Díaz Ayuso y Juanma Moreno que han arrasado en sus elecciones.
Alemania ha anunciado un «plan de alivio fiscal» valorado en 10.000 millones de euros que actúa sobre el equivalente al IRPF español y que aliviará el impacto de la inflación en la economía de las familias. Mientras en el país germano se toman este tipo de medidas, el Gobierno español opta por ayudas directas irrisórias que no solucionan los problemas de los ciudadanos.
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