Interturismo

Terapia

por | Ene 20, 2024 | Opinión | 0 Comentarios

En tiempos complejos como los que vivimos, donde la crispación social y política se vive en la calle; con un salvaje incremento de la inflación que merma los sueldos a la semana de cobrarlos y una cesta de la compra que se lleva el resto, cada vez más gente cercana te comenta que está acudiendo a terapia.

Reconozco que, excepto para casos muy concretos y graves como los casos de abusos infantiles, el estrés postraumático o cualquier cuestión en la que el paciente no recuerde o no consiga averiguar qué es exactamente lo que le ocurre; no soy muy partidario de esta práctica.

Me explico, si tengo problemas económicos, laborales, de familia o pareja, yo sí sé lo que me ocurre, no es necesaria verbalización ni regresión alguna. En estos casos, sinceramente, creo más en la química que te proporciona el ‘empujoncito’ necesario para salir del paso. Por contra hay muchos ‘hierbas’ que ven en este apoyo farmacológico un reconocimiento de enfermedad mental, una bajada a los infiernos. Cuando es lo contrario, reciben un espaldarazo que todos necesitamos en algún momento y vuelven con más fuerza.

Yo he visto con estos ojos que enfrentan el monitor del ordenador en el que escribo estas líneas, cómo una persona cuerda e inteligente se convertía en alguien desconocido por contarle su vida, por otra parte con ausencia absoluta de problemas de calado, a una señora que no conocía de nada y que se permitió utilizar la terapia para remodelar su carácter y dar opinión sobre sus problemas amorosos y familiares con un desconocimiento absoluto de las partes implicadas. ¡Qué atrevimiento!

Algunas variantes terapéuticas se basen en ‘empoderar’ a una persona que se encuentra en un bajón anímico y modelan a personas dulces que pasan por momentos de dudas convirtiéndolas en ‘monstruos’ que no reconocen ni familiares ni amigos. Se ‘pasan tanto de frenada’ que en lugar de solucionar el nimio problema con el que la persona acude a consulta construyen un ser egocéntrico, poco empático y siempre a la defensiva que nadie entiende. Por privado puedo contar a qué tipo de terapia me refiero, tampoco quiero echarme a la espalda a todo el colectivo de psicólogos, pero quien quiera saber dónde no ir, se lo cuento.

Sin embargo, ahí tenemos a medio mundo llamando ‘loco’ al actual Presidente de Argentina, Javier Milei, sólo porque conductualmente es inquieto y vehemente. Pues señores, lejos de no estar cuerdo, Milei que cuenta con un currículo impresionante, puede que salve la economía de un país rico oprimido y exprimido por casi cuarenta años de peronismo, un movimiento caracterizado por el intervencionismo del Estado en la economía y una hipotética redistribución de la riqueza. ¿Les recuerda a algún otro país?

Paco González

Periodista

@Pacogonza1972

Consum

Opinión

Las segundas oportunidades

Las segundas oportunidades

Qué vamos a esperar de un país donde el 70% de su población tiene como aspiración vital máxima pasarse 40 años haciendo lo mismo y cobrando del...

leer más
Tiempo de zorras

Tiempo de zorras

Artículo de opinión, por Enrique Benavent «Hubo un tiempo, y ¡y qué tiempo !.. un tiempo de inocencia, un tiempo de seguridades» (Bookends) las...

leer más

Recientes

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *